Tres miembros de la minoría religiosa bahá'í de Irán han sido condenados a cinco años de prisión cada uno por supuesta "pertenencia a un grupo ilegal destinado a perturbar la seguridad del país".
La Sección 26 del Tribunal Revolucionario de Teherán también impuso una prohibición de viajar de dos años a Waliullah Ghadamian, Mansour Amini y Attaullah Zafar. Al trío también se le prohibió residir en Teherán y unirse a cualquier grupo político o social durante dos años.
Los tres fueron arrestados el 1 de mayo cuando las fuerzas de seguridad allanaron sus casas.
Su arresto estuvo relacionado con su participación en ayudar a las familias a enterrar a sus seres queridos en el cementerio Teherán Baha'i.
La represión de las autoridades iraníes contra los miembros de la minoría bahá'í parece haberse acelerado desde julio del año pasado. La represión ha continuado después del estallido de manifestaciones en todo el país en septiembre de 2022, con decenas de arrestos reportados en los últimos meses.
Un Tribunal Revolucionario de la ciudad norteña de Qaimshahr ha sentenciado recientemente a 14 bahá'ís a un total combinado de 31 años tras las rejas por cargos de "actividades educativas o de propaganda desviadas contrarias y perturbadoras de la Sharia del Islam".
El Islam chiíta es la religión del estado en Irán. La constitución reconoce varias religiones minoritarias, como el cristianismo, el judaísmo y el zoroastrismo, pero no la fe bahá'í.
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