Investigadora de la ONU condena el cegamiento de manifestantes en Irán

Sara Hossain, miembro bangladesí de la misión de investigación de las Naciones Unidas sobre la represión de las protestas de Irán de 2022-23, ha calificado el ataque deliberado a los ojos de los manifestantes a corta distancia como "uno de los crímenes más impactantes" cometidos por la República Islámica.

"Creo que lo más impactante fueron estos casos de ceguera de manifestantes a los que les dispararon a muy corta distancia, directamente en el ojo", dijo a IranWire en Ginebra.

"Y eso ha resultado en que cientos de personas, incluidas mujeres y jóvenes, ahora estén permanentemente ciegas, marcadas permanentemente por nada más que salir a las calles de su propio país para hablar de los agravios que tienen", añadió.

Cientos de iraníes han sufrido graves lesiones oculares tras ser alcanzados por perdigones, botes de gas lacrimógeno, balas de pintura u otros proyectiles utilizados por las fuerzas de seguridad en medio de una sangrienta represión de cuatro meses de manifestaciones antigubernamentales principalmente pacíficas.

Se desconoce el número exacto de lesiones traumáticas en los ojos de los manifestantes, pero, según se informa, los médicos iraníes están abrumados por la cantidad de casos de traumatismos oculares, que incluyen globos rotos, nervios ópticos cortados y retinas dañadas.

El informe de la ONU encontró que las fuerzas de seguridad iraníes utilizaron escopetas, rifles de asalto y metralletas contra manifestantes "en situaciones en las que no había una amenaza inminente de muerte o lesiones graves" para ellos, "cometiendo así ejecuciones ilegales y extrajudiciales".

"Creo que uno de los más inquietantes fue cómo se produjo la respuesta inmediata a las protestas, que fue el uso de armamento muy pesado, incluido AK-47, para disparar contra los manifestantes y luego contra todos los civiles", dijo Hossain.

Además, abordó los desafíos que enfrenta el comité de investigación al reunir pruebas, citando canales de comunicación interrumpidos y la intimidación y el acoso que enfrentan muchas víctimas.

"La investigación del comité reveló que las fuerzas de seguridad de la República Islámica emplearon fuerza innecesaria y arbitraria, lo que provocó asesinatos y lesiones ilegales a manifestantes", afirmó Hossain.

El informe emitido por la misión de investigación de la ONU confirmó que numerosos manifestantes, entre ellos mujeres, hombres y niños, sufrieron graves lesiones oculares, dejándolos permanentemente ciegos y marcados de por vida como manifestantes.

Al pedir atención mundial a los crímenes cometidos por la República Islámica, Hussain enfatizó: "Espero que la comunidad internacional tome esto en serio".

Hossain expresó su decepción por la falta de cooperación significativa de las autoridades iraníes con la investigación, a pesar de las repetidas solicitudes de información.

En respuesta a las amenazas que enfrentan las víctimas y sus familias, Hossain señaló: "Si bien muchos superaron su miedo y hablaron con nosotros, la atmósfera de intimidación sin duda afectó nuestros esfuerzos".

Con respecto a las conclusiones del informe de la ONU sobre la muerte de Mahsa Amini y las leyes obligatorias sobre el hijab, Hussain enfatizó la naturaleza única y preocupante de la implementación por parte de Irán de las regulaciones sobre el hijab, que, según ella, violan flagrantemente los principios reconocidos de derechos humanos.