El poder judicial de la República Islámica ha ejecutado a tres prisioneros más, entre ellos una mujer.
La agencia de noticias Rokna informó el 25 de abril sobre tres ejecuciones en Karaj por condenas por asesinato.
Los detalles de los dos primeros casos, que involucraron a un hombre de mediana edad que supuestamente mató a su esposa y a otro hombre que apuñaló mortalmente a alguien en una pelea callejera, fueron limitados.
Sus identidades siguen sin revelarse.
El tercer caso involucró a Sahar, una mujer condenada por asesinar a su marido de 70 años y apoderarse de su oro.
El Tribunal Supremo confirmó los veredictos iniciales emitidos por el Tribunal Penal de Teherán, que dieron lugar a las ejecuciones.
En las últimas semanas, Irán ha sido testigo de un aumento en la ejecución de prisioneros.
Sin embargo, estas coincidieron con el conflicto del país con Israel, desviando la atención internacional de las ejecuciones.
Según un informe de Amnistía Internacional, Irán ha alcanzado su nivel más alto de ejecución de penas de muerte en los últimos ocho años: el poder judicial de la República Islámica ejecutó a 853 personas solo en 2023.
El informe indica que 481 ejecuciones, más de la mitad del total, estuvieron relacionadas con delitos de drogas. Esto marca un aumento del 89 por ciento en la pena de muerte en comparación con 2022, cuando 255 personas fueron ejecutadas por delitos relacionados con las drogas.
Las últimas cifras también muestran un asombroso aumento del 264 por ciento en comparación con 2021, cuando 132 personas enfrentaron ejecución por cargos similares.
¿Interesado en escribir para IranWire?
Comparte tus historias.
Publicar comentario