El Tribunal de Apelaciones de la provincia de Teherán confirmó las sentencias iniciales de 10 años de prisión impuestas a Mahvash Sabet (Shahriari), de 70 años, y a Fariba Kamalabadi, dos miembros de la minoría religiosa bahá'í de Irán.
Sabet y Kamalabadi pasaron 10 años de sus vidas en prisión, de 2008 a 2017, únicamente por sus creencias religiosas.
Están recluidos en la prisión de Evin de Teherán desde su último arresto en julio de 2022.
En noviembre, el Tribunal Revolucionario de Teherán los condenó a otros 10 años de prisión cada uno por cargos de seguridad, tras un juicio de una hora durante el cual el juez pasó la mayor parte del tiempo insultando a los acusados por gestionar la comunidad bahá'í en Irán.
También se les ordenó entregar sus dispositivos móviles y portátiles y se les prohibió residir en Teherán, salir del país y participar en organizaciones sociales o políticas durante un período de dos años.
Sabet y Kamalabadi son dos ex miembros de los “Yaran” (“Amigos”) de Irán, el grupo informal de liderazgo bahá’í que durante casi 20 años cuidó de la comunidad bahá’í iraní.
El gobierno iraní ha intensificado su represión contra los bahá'ís, arrestando y encarcelando a decenas de ellos por cargos espurios durante las últimas semanas.
El Islam chiíta es la religión del estado en Irán. La constitución reconoce varias religiones minoritarias, entre ellas el cristianismo, el judaísmo y el zoroastrismo, pero no la fe bahá'í.
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