Informe de la ONU culpa a la República Islámica por la muerte de Mahsa Amini

La República Islámica es responsable de la "violencia física" que condujo a la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022 y cometió crímenes contra la humanidad durante la represión de las protestas, afirmó en un informe una misión de investigación de las Naciones Unidas.

El panel de la ONU "ha establecido la existencia de pruebas de traumatismo en el cuerpo de Amini, infligido mientras estaba bajo custodia de la policía moral", según el informe.

"Basándose en las pruebas y los patrones de violencia por parte de la policía moral al imponer el hiyab obligatorio a las mujeres, la misión está convencida de que Amini fue sometida a violencia física que condujo a su muerte", añadió.

Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre de 2022, tras ser arrestada por la Policía de la Moral por presuntamente violar la ley iraní obligatoria sobre el velo.

El informe, publicado el 8 de marzo, también decía que las autoridades recurrieron al "uso innecesario y desproporcionado de fuerza letal" para sofocar las protestas que estallaron tras la muerte de Amini.

"La misión ha establecido que muchas de las graves violaciones de derechos humanos equivalen a crímenes contra la humanidad, específicamente asesinatos, encarcelamientos, torturas, violaciones y otras formas de violencia sexual, persecución, desapariciones forzadas y otros actos inhumanos", dice el informe.

También dijo que se descubrió que las fuerzas de seguridad iraníes habían agredido sexualmente a detenidos durante los meses de levantamiento.

"Las fuerzas de seguridad aprovecharon el estigma social y cultural relacionado con la violencia sexual y de género para sembrar el miedo y humillar y castigar a mujeres, hombres y niños", dice el informe.

El informe de la ONU encontró que las fuerzas de seguridad iraníes utilizaron escopetas, rifles de asalto y metralletas contra manifestantes "en situaciones en las que no había una amenaza inminente de muerte o lesiones graves" para ellos, "cometiendo así ejecuciones ilegales y extrajudiciales".

También encontró un patrón de manifestantes que recibían disparos intencionales en el ojo.

IranWire ha informado que cientos de iraníes han sufrido graves lesiones oculares después de haber sido alcanzados por perdigones, botes de gas lacrimógeno, balas de pintura u otros proyectiles utilizados por las fuerzas de seguridad en medio de una brutal represión contra manifestaciones mayoritariamente pacíficas.

Los médicos estiman que al menos 580 manifestantes han perdido uno o ambos ojos sólo en Teherán y Kurdistán. Las cifras reales en todo el país son mucho más altas.

"La misión observa el efecto disuasorio y paralizador de tales lesiones, ya que marcan permanentemente a las víctimas, esencialmente 'calificándolas' como manifestantes", dice el informe de la ONU.

La muerte de Amini desencadenó el movimiento Mujer, Vida, Libertad en Irán y provocó meses de protestas en todo el país. Más de 500 personas murieron en la posterior represión por parte de las fuerzas de seguridad y más de 20.000 personas, entre ellas decenas de abogados, fueron detenidas ilegalmente.

Tras juicios parciales, el poder judicial dictó sentencias rígidas, incluida la pena de muerte, a los manifestantes.

Hasta ahora, la República Islámica ha ejecutado al menos a nueve jóvenes manifestantes.