Mi hermano fue arrestado porque soy periodista

Soy Shima Shahrabi, editora en jefe del sitio web en idioma persa de IranWire. En el momento en que escribo estas palabras, mi hermano lleva más de tres semanas detenido. Debido a mis actividades, que están enteramente relacionadas con el periodismo y los derechos humanos, mi familia en Irán está bajo una inmensa presión por parte del establecimiento de seguridad de la República Islámica.

Mi hermano Sajjad Shahrabi es locutor de radio y doblador que ha trabajado en varias redes de la Radiodifusión de la República Islámica de Irán (IRIB) durante más de 16 años.

En la mañana del miércoles 2 de mayo, seis agentes del Ministerio de Inteligencia allanaron la casa de mis padres. Después de golpear al superintendente, ingresaron a la unidad residencial y registraron el apartamento. Se incautaron computadoras portátiles, teléfonos móviles, tarjetas bancarias y parte de los bienes de mi padre (incluidos algunos dólares estadounidenses que mi padre necesita debido a su negocio de joyería y orfebrería) de su caja fuerte personal. Le aseguraron a mi padre que las cosas incautadas habían sido debidamente registradas y que serían devueltas en la tarde. También dijeron que liberarían a su hijo después de hacerle algunas preguntas. Esa misma tarde, mi hermano informó que lo habían trasladado a la prisión de Evin.

Después de repetidos seguimientos, mi padre descubrió que la Sección 2 del Palacio de Justicia de Evin está a cargo del caso de mi hermano. Han pasado 22 días desde que fue arrestado, pero el tribunal no ha anunciado ningún cargo en su contra. Dicen que tiene una orden de aprehensión de un mes y, dado que se opuso a su arresto temporal, debe permanecer detenido hasta que el juez confirme o revoque la orden.

Durante este tiempo mi padre y otros familiares han sido convocados por el Ministerio de Inteligencia e interrogados sobre mis actividades, mis relaciones con mi hermano y las actividades de IranWire. Un familiar mío estaba tan perturbado por las historias falsas y horribles que le habían contado los agentes de inteligencia que cortó toda comunicación con nosotros.

Mi hermano se comunicó regularmente con la familia hasta el miércoles 17 de mayo, pero durante los últimos siete días se cortó toda comunicación con él.

Mi hermano y yo tenemos menos de dos años de diferencia y, como todas las hermanas y hermanos de edades cercanas, tenemos una relación amistosa y cálida, una relación que no tiene nada que ver con mis actividades en los medios y como periodista.

Mi hermano es licenciado en derecho, pero le encantaba usar su voz profesionalmente, por lo que tomó un trabajo en la radio. Ha sido locutor en varias cadenas de radio iraníes, incluidas Radio Javan, Radio Goftogoo, Radio Salamat, Radio Saba y Radio Irán. Ha actuado en radioteatros y, además de todo esto, también ha grabado audiolibros. El programa “Aquí no es la noche” en Radio Javan ha sido uno de los programas de radio más populares en la última década. Este programa salía al aire cada noche con uno de los locutores de Radio Javan, y mi hermano era el presentador los lunes por la noche. El último programa que presentó en Radio Javan fue “Humor de los deportes de pelota”, dos días antes de su arresto.

Guardé silencio sobre el arresto de mi hermano durante 22 días porque tenía la impresión de que las agencias de seguridad pronto descubrirían que no tenemos relaciones laborales entre nosotros y lo liberarían. Pero las repetidas mentiras, las preguntas sin respuesta, la detención prolongada y el corte de comunicación con mi hermano fortalecen la sospecha de que los organismos de seguridad están en proceso de incriminarlo. Ruego a todas las asociaciones profesionales relacionadas con el periodismo y a todas las organizaciones de derechos humanos que sean nuestra voz y le digan al mundo sobre el hostigamiento de los activistas de los medios dentro y fuera de Irán por parte de las agencias de seguridad de la República Islámica.