Complot terrorista frustrado en Brasil: un recordatorio de la creciente presencia de Irán en América Latina

La detención en Brasil de dos personas sospechadas de ser terroristas de Hezbollah que planeaban atentados contra la comunidad judía en ese país encendió nuevamente las alarmas sobre la presencia de esta organización terrorista de origen libanés en Latinoamérica.

El miércoles 8 de noviembre, Brasil lanzó una operación contra terroristas vinculados a Hezbollah que planeaban atentados contra la comunidad judía en San Pablo, informaron medios locales. Los dos detenidos son brasileños. Uno de ellos fue arrestado en el aeropuerto de Guarulhos, en São Paulo, a su llegada de un viaje al Líbano.

La Policía Federal de Brasil informó que detuvo a dos hombres y entregó 11 órdenes de búsqueda y captura en San Pablo, Minas Gerais y el Distrito Federal.

Según el diario O Globo, que cita a fuentes investigativas, los sospechosos fueron financiados y reclutados por el grupo terrorista libanés Hezbollah y planeaban llevar a cabo atentados contra edificios de la comunidad judía en Brasil, incluidas sinagogas.

Presencia de Hezbollah en Brasil

La operación antiterrorista ocurrió un mes después que la comandante del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson, emitiera un alerta sobre las “intenciones malignas” de Hezbollah e Irán en Brasil.

Cabe remarcar que, tanto Hamas como Hezbollah, no son considerados organizaciones terroristas por Brasil. De hecho, los expertos creen que células de Hezbollah podrían activarse en Brasil gracias a la red iraní, como ya ocurrió con los atentados de Buenos Aires en 1992 contra la embajada de Israel y en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en los que murieron 107 personas y cientos resultaron heridas.

Mencionar el atentado de la AMIA es mencionar a Mohsen Rabbani, considerado por la investigación judicial como el organizador del atentado.

Según Emanuele Ottolenghi de la Fundación para la Defensa de la Democracia (FDD), el socio regional de Hezbollah en Brasil no es otro que el Primer Comando Capital (PCC), la banda criminal más grande y poderosa de Brasil, que controla casi todo el tráfico de drogas del país. Hezbollah y el PCC manejan la estructura de contrabando de tabaco más grande de América Latina.

Las autoridades brasileñas creen que los vínculos entre Hezbollah y el PCC se forjaron por primera vez en 2006, inicialmente para el tráfico de drogas y luego se diversificaron hacia el tabaco. La Policía Federal de Brasil ha afirmado que Hezbollah ayuda al PCC a obtener armas y acceder a las redes internacionales de contrabando fuera de América Latina y, a cambio, recibe protección del PCC para los presos de origen libanés encarcelados en Brasil.

El vínculo con Venezuela

Venezuela es el mayor bastión de Hezbollah en Latinoamérica. En junio de 2022, el presidente Maduro visitó al país islámico y esa visita incluyó la firma de un tratado de “cooperación estratégica” a 20 años, que incluyó puntos como la energía y la defensa.

Este año, el presidente iraní Ebrahim Raisi se embarcó en una gira por Latinoamérica para visitar a sus mayores aliados, y por supuesto ello incluyó una parada estratégica en Venezuela. Durante su visita a Caracas, Raisi y Maduro firmaron múltiples acuerdos enfocados en comercio, energía y cooperación en sectores como el petrolero, petroquímico y de defensa.

Pero el vínculo entre ambos países comenzó mucho antes, cuando el entonces presidente Hugo Chávez y Mahmoud Amhadinejd construyeron una alianza que tuvo su inicio durante la década del 2000. El vínculo fue tal, que ante la emisión de alertas rojas por parte de la Interpol para los acusados de formar parte de la organización del atentado de la AMIA, el propio Mohsen Rabbani abandonó su cargo de “agregado cultural” en Buenos Aires y se refugió en Caracas, capital de Venezuela.

En 2007 Venezuela designó a Ghazi Nasr al-Din, un libanés nacionalizado venezolano, como segundo en la Embajada venezolana en Siria. Sólo durante 2008, la embajada venezolana emitió en Siria 10 mil pasaportes.

Nasr al-Din no sólo manejó la representación venezolana en Siria sino que activó la compra de propiedades en Isla Margarita, en Venezuela, conocida hoy por ser el bastión de operaciones de Hezbollah.

El hermano de Ghazi, Abdallah Nasr al-Din, fue presidente de la Federación de Entidades Árabes de América Latina. Bajo su cargo, la influencia iraní en la región se expandió sin precedentes. El interlocutor permanente entre Irán y Nasr al-Din fue la organización Al Quds, que maneja a Hezbollah mediante aportes millonarios y armas que incluyen un arsenal de gran impacto.

La presencia de Al Quds en América Latina

Al Quds manejó durante varios años Mahan Air, la línea aérea que enviaba armamentos a Hezbollah a través de Siria. Esta empresa aérea vendió uno de sus aviones a la aerolínea estatal venezolana Emtrasur, para crear una línea de cargas que operó en América Latina.

En junio de 2022, un Boeing 747 de la empresa Emtrasur comandado por dos iraníes arribó a Argentina. Varias centrales de inteligencia internacionales alertaron sobre la presencia de este misterioso avión, pero el gobierno argentino ignoró todas las alertas, hasta que la noticia trascendió a los medios de comunicación y debieron actuar.

El avión circuló por el espacio aéreo argentino con el transponder apagado y la tripulación nunca declaró cuál era el motivo de su paso por Argentina ni qué transportaba. El gobierno argentino intentó justificar la presencia de 19 personas en el avión de carga, que incluyó varios iraníes y venezolanos y de dos pilotos ligados a Hezbollah, asegurando que se trataba de “instructores iraníes enseñando a volar a tripulantes”. Los iraníes lograron abandonar el país y nunca más se habló del tema.

México, otro lugar donde Hezbollah pisa fuerte

La presencia de Hezbollah en México se remonta a 2002, cuando el ciudadano de origen libanés Salim Boughader Mucharrafille fue arrestado tras desbaratarse una red que operaba desde un restaurante en Tijuana que se dedicaba a ingresar personas sospechadas de ser terroristas desde México hacia Estados Unidos. Al momento de detener a Salim, se había detectado el ingreso de 200 sospechosos a Norteamérica.

De acuerdo con un informe publicado por Terence Rosenthal, del Center for Security Policy, una organización norteamericana sin fines de lucro y sin afiliación política, Hezbollah tiene bases de entrenamiento y células en México, como parte de un vínculo activo con los carteles de droga, especialmente Los Zetas, a quienes asisten en la fabricación de bombas y explosivos. Hezbollah también ha creado túneles en la frontera estadounidense utilizados para el transporte de armas y drogas a Estados Unidos.

En 2021 fue arrestado en Guatemala el exalcalde de Aguillila, Michoacán, Adalberto Fructuoso Comparán Rodríguez. Estaba acusado del tráfico de 550 kilos de metanfetaminas y tras su detención fue extraditado a Estados Unidos. En su detención, confesó que la droga provenía de los laboratorios que Hezbollah administra en México.

En los más de 500 kilos interceptados a Comparán Rodríguez, la policía incautó captagón, una metanfetamina que se produce en el valle de Bekaa, en Siria, y que se convirtió en una de las principales fuentes de ingresos de Hezbollah. Israel y Estados Unidos aseguran que es la misma droga que fue usada por los terroristas de Hamas para cometer el ataque a Israel durante el 7 de octubre.

Los vínculos de Comparán Rodríguez con Hezbollah se iniciaron en otro país: Colombia, más precisamente en la ciudad de Cali. Allí, la familia colombiana de origen libanés Helbawi encabezaba una red de lavado de dinero para el grupo terrorista. El desmantelamiento de esta red dejó en evidencia el lavado de cientos de millones de dólares y el traslado de cargamentos de droga desde Colombia y Venezuela, con destino a México, para ser ingresada en Estados Unidos.

Paraguay, punto clave para Hezbollah en la Triple Frontera

Paraguay ha jugado un rol clave como sitio de operaciones de Hezbollah en la Triple Frontera conformada por este país, Brasil y Argentina.

En 2013, agencias de seguridad iniciaron una investigación contra el entonces presidente Horacio Cartés por sus vínculos con la red terrorista. Las sanciones en aquel entonces alcanzaron al vicepresidente Hugo Velázquez, a quien se lo investigó por su vínculo con el clérigo de Hezbollah Ali Hijzi y por archivar deliberadamente una causa contra Hezbollah por el lavado de 1200 millones de dólares cuando ejercía su rol como fiscal en Ciudad del Este, en Paraguay.

En enero de 2021, las agencias de seguridad de Estados Unidos, Brasil y Paraguay desmantelaron uno de los mayores centros de tráfico de cocaína jamás detectados en América Latina, en Ciudad del Este, Paraguay. Según las autoridades estadounidenses, esta red criminal fue encabezada por el ciudadano libanés Nasser Abbas Bahmad, quien tiene vínculos de larga data con Hezbollah. Los cargamentos de droga utilizados por la red de Bahmad se transportaban desde la zona central de Colombia y Perú a "cocinas" ubicadas en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, para su purificación. Luego, los envíos cruzaban la frontera prácticamente sin obstáculos para llegar a Ciudad del Este en Paraguay.

Bolivia, “el proyecto más exitoso” de Hezbollah en Latinoamérica

Así definió al país andino Joseph Humire, director ejecutivo del Center for a Secure Free Society, tras la ruptura de relaciones del gobierno boliviano de Luis Arce con Israel. Bolivia no sólo es una parada estratégica en el camino del narcoterrorismo de Hezbollah desde Colombia hasta Ciudad del Este, en Paraguay, sino que además, su gobierno es uno de los que más se ha favorecido a partir de los vínculos políticos con Irán.

Vale recordar que, en medio de la actual guerra entre Gaza e Israel, el gobierno de Bolivia – estrecho aliado del régimen de Irán – anunció el 31 de octubre la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel.

Esta maniobra del gobierno de Luis Arce ha puesto en evidencia lo que hace años ha ido creciendo sin límites: la estrecha relación y cooperación entre Irán y Bolivia. Lo que además refleja la influencia del régimen iraní en América Latina.

Humire explicó en una entrevista a un medio argentino que la sociedad latinoamericana en su totalidad “debería observar con mayor preocupación la presencia e influencia del régimen iraní, considerado como uno de los principales promotores del terrorismo a nivel global”

Humire define a Bolivia como el “proyecto más exitoso de Irán en la región” y tiene una explicación para ello: “El MAS (Movimiento Al Socialismo), que es el partido político del gobierno de turno en Bolivia, está alineado con Irán desde su inicio, en la época del entonces presidente Evo Morales. El MAS recibe mucho apoyo de Irán en todo lo que se refiere a cómo utilizar el sistema para mantenerse en el poder”.

Humire clarifica que “Irán es importante pero no para Bolivia, sino para el MAS, que tiene aspectos revolucionarios” y sentencia: “Irán es la razón por la que el MAS ha podido mantenerse en el poder en Bolivia por más de 17 años”.

Vale recordar que hace algunos meses, Irán y Bolivia firmaron un memorándum de entendimiento en materia de defensa. Este acuerdo, firmado por el ministro de Defensa boliviano, Edmundo Novillo Aguilar y su par iraní, Mohammad Reza Ashtiani, incluye la transferencia de tecnología para que Bolivia desarrolle “seguridad cibernética” y reciba drones militares desde Irán, similar al acuerdo firmado entre el régimen islámico y Venezuela.

Para Humire la firma de este acuerdo representa “la formalización de un proceso que comenzó aproximadamente en el 2010”, cuando Irán comenzó a establecer bases de entrenamiento para Hezbollah en Bolivia.

También es importante mencionar otro hecho, ocurrido en octubre del año pasado, y que pone en evidencia el estrecho vínculo entre Bolivia e Irán: la embajadora boliviana en el país islámico, Romina Pérez desestimó la rebelión del pueblo iraní contra el uso del velo islámico tras la muerte de Mahsa Amini en 2022 y calificó a las protestas como “orquestadas por sionistas británicos y estadounidenses”.

Para Humire, lo peligroso de estas alianzas, al igual que sucede con Venezuela y Nicaragua, es que son los gobiernos los que acuerdan con Irán, pero sus pueblos no toman dimensión del problema. “Los ciudadanos de estos países miran a Irán como un actor lejano, y eso es un error fatal”, asegura. “Hace 40 años que Irán está gestando este proyecto y ya ha penetrado profundamente en Latinoamérica” y sentencia: “Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia son los gobiernos que hacen su trabajo sucio en la región”.

La República Islámica de Irán y su brazo armado Hezbollah está presente hace más de cuatro décadas en la región, y consolida su presencia día a día penetrando en los gobiernos socialistas de Latinoamérica y creando un entramado de poder político y económico que no sólo se reduce a las altas esferas gubernamentales de cada uno de los países. Hay vínculos con toda clase de grupos marginales, incluyendo la guerrilla, grupos revolucionarios y carteles del narcotráfico.

América Latina en su totalidad, es un campo donde Irán puede desplegar su ofensiva contra Israel y vigilar de cerca a su enemigo público número uno: Estados Unidos. El arresto de dos personas pertenecientes a la red de Hezbollah en Brasil es una señal de que Irán está muy lejos de haber abandonado su objetivo en Latinoamérica.