Adalberto Fructuoso Comparán Rodríguez, fue alcalde de la ciudad mexicana de Aguililla, en Michoacán, desde el 2008 al 2011. En abril de este año fue detenido y extraditado a las pocas semanas a los Estados Unidos al comprobarse que lideraba un cartel dedicado al tráfico de metanfetaminas en conjunto con miembros del grupo terrorista Hezbollah.
El “narcoterrorismo” es el término utilizado para la actividad de tráfico de drogas que genera fondos económicos para organizaciones terroristas como Hezbollah, principalmente a través del comercio ilegal de cocaína. La Triple Frontera, entre Argentina, Paraguay y Brasil es uno de los focos más calientes de esta actividad delictiva, pero estas organizaciones terroristas están comenzando a profundizar sus lazos con peligrosos carteles en México.
El hecho de que ahora se busque un ex alcalde mexicano en relación con el narcoterrorismo para Hezbollah, es una indicación de cuán generalizada se ha vuelto la influencia del grupo en México. Comparán Rodríguez, apodado “El Fruto”, fue acusado específicamente de liderar un Cartel llamado Unidos, que contrabandeaba metanfetamina a través de la frontera de México a Estados Unidos. Las autoridades también detuvieron a su hijo de 31 años, Adalberto Fructuoso Comparán Bedolla, quien está acusado de ser el segundo al mando de la organización.
En una declaración emitida por el gobierno de Estados Unidos, se señala que, en enero de 2021, “El Fruto” mantuvo un encuentro en Cali, Colombia, con una persona identificada como “lavador de dinero” y perteneciente a la agrupación terrorista Hezbollah. De esa reunión también participó Alfonso Rustrian, otro capo narco que cayó detenido junto a Comparán Rodríguez. Según las autoridades estadounidenses, ambos líderes de la droga confirmaron al miembro de Hezbollah que podrían suministrar cientos de kilogramos de metanfetamina si fuera necesario.
Se acordó debidamente un envío de 500 kilogramos y se despachó a través de la frontera y vía Texas a Miami, Florida. Para que el cargamento no fuera detectado, los traficantes escondieron parte de la droga en tejas de hormigón, que cruzaron la frontera de México – Estados Unidos en un camión. Los 300 kilos restantes fueron transportados disueltos en baldes de pintura para pared.
En abril, agentes de inteligencia, en conjunto con la policía de Guatemala, lograron identificar, en abril de este año a “El Fruto” junto a su hijo y su socio en ese país de Latinoamérica. De manera simultánea, pero en Miami, Florida, las autoridades estadounidenses arrestaron a cuatro personas más que serían integrantes del mismo grupo criminal. En esas acciones fue localizado un narco laboratorio y se incautaron dosis de metanfetamina.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos no ofreció mayores detalles sobre los vínculos de “El Fruto” y su organización delictiva con Hezbollah. Sólo mencionó que, dentro del esquema operativo, el empresario Carlos Basauri Coto era el encargado de lavar las ganancias derivadas de la venta de metanfetaminas para Cárteles Unidos. La metodología implementada era a través de dos de sus compañías, y el dinero se transportaba en jets privados. El mismo día que fuera detenido, horas antes, aceptó una valija llena de dinero para las operaciones financieras.
Hezbollah en México
El intento del régimen iraní por afianzarse en América Latina data de los años ’80, poco tiempo después de iniciada la Revolución Islámica de 1979 en Irán. IranWire ya ha mencionado en artículos anteriores cómo los clérigos iraníes han encubierto, bajo pseudo actividades culturales o religiosas, sus verdaderas intenciones: afianzarse en la región y adoctrinar en el Islam revolucionario. Las incursiones de Irán en América del Sur también han allanado el camino para que Hezbollah anide y amplíe sus actividades de financiación del terrorismo, al tiempo que recluta simpatizantes en varios países diferentes.
México fue uno de los últimos países de América Latina donde Hezbollah logró infiltrarse. La presencia de Hezbollah en México fue registrada por primera vez en 2001, cuando se detuvo a Mahmaoud Yousef Kourani acusado de haber hecho cruzar la frontera hacia los Estados Unidos, a más de 300 libaneses de forma ilegal. Kourani residía en California, Estados Unidos, como un carpintero libanés. Sin embargo, tras esta fachada, era el encargado de juntar dinero para Hezbollah. Estados Unidos lo acusa de haber recolectado 40 mil dólares que estaban destinados a la organización terrorista.
El periodista Raymundo Riva Palacio explica en un artículo para el periódico El Financiero, que la presencia de Hezbollah en México ha sido minimizada por el gobierno de ese país desde que comenzó a ser documentada hace casi 20 años. “Documentos judiciales en Estados Unidos han demostrado que Hezbollah financió algunas de sus actividades militares con dinero de Los Zetas, y, a través de esos vínculos, el Cártel de Sinaloa envió cuadros a Irán para adiestrarse en la preparación de coches-bomba, que comenzaron a usar en 2008”. Sin embargo, el gobierno de México nunca hizo nada al respecto.
Tampoco lo hizo en 2011, cuando la DEA acusó a Ayman Joumaa, un ciudadano colombiano-libanés, de facilitar grandes cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos y lavar dinero para "numerosas" organizaciones de tráfico de drogas, incluyendo a Los Zetas, uno de los carteles más poderosos de México. Alrededor de 850 millones de dólares de Los Zetas fueron lavados en el Lebanese Canadian Bank, varios de cuyos ejecutivos y subsidiarias estaban ligadas a Hezbollah. Joumaa, de acuerdo con la acusación, recibía de 2 a 4 millones de dólares en la Ciudad de México de Los Zetas y los enviaba a la organización terrorista, previo cobrar su correspondiente comisión.
En 2012, gracias a una alerta de Estados Unidos, la policía de México detuvo a tres personas en Yucatán, que se sospechaba pretendían establecer una célula de Hezbollah en esa región. Entre ellos estaba Rafic Mohammad Labboun Allaboun, que había estado preso en Estados Unidos por un fraude bancario, que según Estados Unidos estaba ligado a la agrupación terrorista.
Los Zetas y Hezbollah
El cártel de “Los Zetas” es uno de los cárteles de la droga más poderoso de México, y en más de una oportunidad ha sido definido como el más peligroso y sangriento de ese país. En su trabajo de investigación para la Universidad de Texas, el investigador Daniel Valencia asegura que el cartel está profundamente asociado con grupos terroristas y grupos fundamentalistas islámicos y que Hezbollah es uno de estos afiliados.
“Esta alianza mortal entre un sindicato del crimen y una organización terrorista es extremadamente alarmante debido a la proximidad de las operaciones y la capacidad de recursos de ambas entidades. Hezbollah e Irán se han concentrado en desarrollar una presencia en América Latina durante los últimos nueve años. La atención se centró en entablar relaciones con los cárteles de la droga mexicanos y establecer una residencia con la ayuda de los cárteles. Los cárteles mexicanos se han ganado un aliado peligroso al simpatizar con la causa de este grupo”, explica Valencia en su trabajo de investigación.
El tráfico de drogas genera millones de dólares cada año, lo cual hace atractivo para muchas organizaciones criminales que necesitan dinero sucio para financiar sus actividades ilícitas. Hezbollah no es una excepción.
El académico agrega: “La amenaza de un ataque de Hezbollah contra Estados Unidos siempre ha estado presente. Solo se ha vuelto mucho más realista en estos últimos diez años debido a su expansión de actividad e influencia en América Latina y México. Sus actividades criminales y alianzas con organizaciones de narcotráfico como “Los Zetas” ilustran una amenaza creciente y latente desde el sur de la frontera”.
Para el periodista Raymundo Riva Palacio, mientras las investigaciones en otros países sobre la presencia de Hezbollah no se detienen, en México sucede lo contrario. “Desde hace tiempo Colombia y Estados Unidos investigan la infiltración de Hezbollah en pandillas asociadas con el narcotráfico, mientras las rutas del narcotráfico en México se mantienen intactas. Afuera están los semáforos rojos. Aquí, preferimos no darnos por enterados”, asegura.
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