Intensificación de la represión contra los bahá'ís iraníes: ¿Quiénes son las últimas víctimas?

La inteligencia iraní y las fuerzas del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) han arrestado a decenas de ciudadanos bahá'ís en los últimos cuatro meses.

El número real de detenidos no está disponible ya que las fuerzas de seguridad han amenazado a las familias para que no hagan público el arresto.

Los bahá'ís arrestados enfrentan cargos como difundir "propaganda contra el sistema", "reunión y colusión con la intención de cometer un delito" y "actuar contra la seguridad del país". Los ciudadanos bahá'ís también se enfrentan a veces al cargo de "pertenencia a un grupo ilegal" que se refiere a su fe.

Cinco miembros de la minoría religiosa fueron detenidos en enero.

Nakisa Hajipour fue arrestada el 1 de enero en Mashhad. Fue arrestada en el aeropuerto por oficiales del IRGC vestidos de civil con una orden de arresto cuando salía de la ciudad.

Yashar Rasti, otro ciudadano bahá'í, fue arrestado el 4 de enero.

Las fuerzas de seguridad acudieron a la casa de Rasti en la ciudad sureña de Shiraz alrededor de las 14:00 horas del 4 de enero, según fuentes con conocimiento del asunto.

Como Rasti no estaba allí, los agentes escalaron la pared del edificio de apartamentos, entraron a su casa y la registraron.

Rasti fue detenido en su lugar de trabajo por otro grupo de agentes. Lo llevaron a su domicilio, el cual fue nuevamente allanado.

Las fuerzas armadas también arrestaron violentamente a Matin Gorji en su casa en Qaemshahr en la mañana del 8 de enero y lo trasladaron a un lugar desconocido.

El bahá'í fue brutalmente golpeado por las fuerzas de seguridad, quienes confiscaron sus dispositivos electrónicos y libros religiosos.

Los agentes le dijeron a la madre de Gorji que se enfrentaba a una pena de prisión de al menos dos años. Se desconocen los cargos en su contra.

Nabil Mofeghi, residente bahá'í de la ciudad norteña de Sari, que había ido a reunirse con sus amigos en la ciudad de Gonbad Kavos, fue arrestado por agentes del Ministerio de Inteligencia el 12 de enero.

Las fuerzas también allanaron la casa de Elmira Rahmani en la ciudad central de Isfahan el 17 de enero y la llevaron a un lugar desconocido. Sus dispositivos electrónicos personales e instrumentos musicales fueron confiscados.

No había información disponible sobre el paradero de Rahmani y los cargos en su contra.

Rahmani, músico, ha actuado en la Orquesta Nacional de Música de Isfahan y en la Orquesta Filarmónica de la ciudad.

Hasta enero, 17 ciudadanos bahá'ís que fueron arrestados en los meses anteriores seguían en centros de detención. De estas, siete personas quedaron en libertad provisional bajo fianza.

El primer bahá'í es Badi Khazei, quien fue liberado de la prisión de Fashafuye el 21 de diciembre.

El Tribunal Revolucionario de Teherán condenó a Badie Khazei a cinco años por actuar "contra la seguridad nacional" y otro año por "difundir propaganda contra el sistema", según familiares.

Si el veredicto se confirma en la apelación, Khazei, de 31 años, tendría que cumplir la pena más larga posible por los presuntos delitos.

Según la información recibida por IranWire, Khazei fue detenido por agentes de inteligencia en Teherán el 17 de octubre mientras se encontraba en una cena con amigos.

Después de enterarse de la fe de Khadei, los funcionarios de la prisión de Fashafuye lo separaron de otros reclusos antes de transferirlo a la prisión de Evin.

Homayun Khanlori fue liberado el 24 de diciembre después de 26 días en prisión.

Aida Rasti quedó en libertad provisional bajo fianza tras tres meses de detención en las prisiones de Evin y Qarchak.

Rasti fue liberada mientras que su esposo, Bardia Basiri, fue arrestado el 13 de enero.

Probablemente fue arrestado por publicar una historia en solidaridad con las familias de los muertos en las protestas.

Este ciudadano bahá'í sufrió una crisis nerviosa en prisión como resultado de la presión mental durante la detención y sus piernas quedaron temporalmente paralizadas de rodillas para abajo.

Bashirullah Verdi fue liberado de Evin luego de 40 días de detención el 4 de enero, y Saman Khadim fue liberado bajo fianza y temporalmente de la prisión de Adel Abad, Shiraz, luego de 83 días de detención el mismo día.

Farbod Alavi fue liberado el 11 de enero y Mona Ghodrat fue liberada el 16 de enero.

Según la información facilitada por las familias, además de los cinco bahaíes detenidos en enero, al primer mes del año seguían detenidos otros 10 ciudadanos detenidos en los meses anteriores.

Sepehr Ziyai, Payam Vali, Arash Zamani y Armaghan Zabihi son cuatro ciudadanos bahá'ís, han pasado cuatro meses desde su arresto a finales de enero.

Pouya Sarraf no se ha comunicado con su familia durante el último mes, lo que genera preocupación por su salud.

 

La familia no ha recibido noticias sobre este preso de conciencia desde su última llamada telefónica el 20 de diciembre. Los familiares dicen que Sarraf ha estado bajo presión para confesar delitos que no cometió.

Aparte de Pouya Sarraf, otros tres ciudadanos bahá'ís han sido detenidos en Shiraz desde el mes pasado.

Los nombres de los bahá'ís detenidos son Masoud Mumtaz, Pouya Nowrozi y Faraz Haghighatjoo.

Según la información más reciente, Masoud Mumtaz está detenido en el Departamento de Inteligencia, Pouya Nowrozi en la prisión de Adel Abad, Shiraz, y Faraz Haghighatjoo en el Centro de Detención de Inteligencia del IRGC.

No hay información sobre los cargos contra estos ciudadanos.

Hami Bahadori fue arrestado el 22 de octubre en su casa en Teherán. Después de pasar más de 80 días en la prisión de Evin, fue trasladado a Fashafuye.

Bahadori se ha visto privado de contratar a un abogado de su elección.

Los bahá'ís en Irán se han enfrentado a discriminación y acoso sistemáticos desde la Revolución Islámica de 1979, incluida la deportación, restricciones a la educación, confiscaciones de propiedades, encarcelamiento y tortura, y discurso oficial de odio contra la comunidad. Más de 200 bahá'ís fueron ejecutados después de la Revolución.

Los bahá'ís suman unos 300.000 en Irán y son la minoría religiosa no musulmana más grande del país. El Islam chiíta es la religión del estado en Irán. La constitución del país reconoce una serie de religiones minoritarias, como el cristianismo, el judaísmo y el zoroastrismo, pero no la fe bahá'í.